La secuencia del cariño
El otro día, mi sobrino, con seis años, me dijo que odiaba la vida, que lo de hacer la cama y recoger el pijama era demasiado...
Estaba muy enfadado porque su madre lo había castigado. Se supone que yo iba a consolarle, pero no podía decirle que todo eso iba a cambiar porque hubiera sido mentirle descaradamente. Incluso me planteé que todo iría a más, que cada vez las responsabilidades serán mayores y menos los momentos en que alguien te sacaría de un apuro. Lo miré y le dije que la vida, a veces, era muy jodida, pero que, en mi caso, verle a él la cara era lo que le daba sentido a la mía. Todo esto se lo comenté sabiendo que lo que le dará sentido a la suya no será que él me vea la cara a mí. Menos mal que será así... La secuencia del cariño.
Muy poca gente da sentido a la vida de otro... Son micromundos y cuando alguien se va se desgarra el self. Una parte de uno que ya nunca se va a recuperar.
La ausencia es la constante de todos los micromundos. Por eso la poesía es necesaria. Así nos enteramos que la ausencia está desde el principio de los tiempos y que siempre hubo alguien que pudo ponerle palabras al vacío...
Mi pequeño niño contactó, por primera vez, con el vacío, con la ausencia y con la impotencia...
Bienvenido a tu pequeño micromundo.
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Lesënok -