MONOSTROFE
(...)
y que me oiga alguien que adora la tristeza
Por decente que sea siempre alabo los dones
que profeso por ser una natura extraña
tocando las campanas terribles de mi ser
como cuando mantengo largas conversaciones
con una compatriota del alma que se hospeda
en la misma posada que yo y me da pábulo
al rompimiento de mi gran silencio
y que a puerta cerrada se conforme conmigo
a quien escucha con peligro de saberse
subordinado a mi locuaz melancolía
Se me subió la sangre a la palabra y él
que me cuente si quiere lo que piensa del mundo
Todo lo que yo diga tenlo en secreto tú
porque es de noche y tiemblo cada vez
que estas horas sin sol se apoderan de mi
razón a expensas del asombro intenso
Me incumbe la tarea de hablar y ser oído
(...)
Carlos Edmundo de Ory
2 comentarios
Ignacia moreno garcía -
Berta -
intercambiad palabras,
yo os deseo estas:
saliva sueño susurro sabroso simiente sabiduría axila secreto nariz
y luego inventad las vuestras.
Adecuadas al preámbulo
nacen del chasquido de ápices y alveolos,
y luego recaen en el paladar apenas se activa el dorso,
contagiando la úvula, si buscan la raíz
para englutir gemidos,
y nunca,
nunca se sabe
a qué silbante sorda, por descuido,
se la hizo bucal con la sutil cadencia
del aliento mutuo,
salvado del abismo de un silencio.
Tónicas, laterales,
aspiradas, nasales,
fricativas, vibrantes,
guturales os quiero.
Mágica dialéctica, sensual y perversa,
y que tenga un final,
pues la eternidad es un infierno.
Berta Díaz